¿Y tú a cuanta gente mueves?

“¿Y tú a cuanta gente mueves?”. Esa es una de las frases más oídas cuando estás hablando con el dueño de un local para organizar un concierto. Todos conocemos el momento en el que se encuentra la música en España, y mucho más concretamente la música en directo y dentro de la música en directo, la canción de autor agoniza.
Intentar conseguir dónde tocar, se está convirtindo en algo mucho más difícil que localizar las famosas “armas de destrucción masiva” de Irak. Los locales escasean, casi nadie apuesta por la música en directo y los pocos que lo hacen, en realidad no les preocupa la música. Los locales no tienen público propio (salvo honrosas excepciones, locales de buen nivel que todos conocemos), se nutren de la gente que tú lleves a verte, es decir, de tus amigos, tus sufridos amigos.
Mientras tanto, los dueños de los locales, en vez de agradecértelo, te tratan como a una basura, la propotencia es algo que les sobra a la mayoría. ¿Cuánta gente ponen ellos en los conciertos?, ¿hay acaso alguien en dichos conciertos que no vaya a verte a tí expresamente?. Es decir, les llevas al local a un grupo de gente que se va a gastar el dinero allí y ellos te menosprecian. ¿Os habéis fijado en lo poco que les importa cómo suene la música?, apenas invierten en equipo, casi nadie tiene una persona que conozca realmente cómo funciona el escaso equipo que allí tienen.
Pero pese a que te traten como a una basura nosotros nos empeñamos en llamarles para “que nos den fecha” para tocar, ¿por qué van a cambiar ellos?, ¡si les va de cine!.
¿Para cuándo una huelga de músicos?, ¿os imagináis qué pasaría?, ¿acaso nos pondrían servicios minimos?.

Canción de autor y compromiso

Una de las cosas en las que más tiempo hemos perdido los que andamos metidos en este mundillo, es conseguir ponernos de acuerdo en qué es un "cantautor". En América Latina lo tienen mucho más fácil, ya que gracias a movimientos como "La Nueva Trova Cubana", han denominado a este género como "trova" y todos están de acuerdo en qué es un trovador.
En España lo tenemos más difícil, ya que si tomamos al pie de la letra el término cantautor, al final siempre alguien nos podrá decir que es aquel que compone y canta sus canciones, de hecho hay quien ha encuadrado en este género a personajes como Julio Iglesias.

Creo que somos bastantes los que consideramos que la canción de autor va ligada a cierto compromiso, o bien en el contenido o en las formas (o tal vez en ambas, lo que sería más deseable). No seríamos capaces de imaginarnos a Silvio Rodríguez, a Luis Eduardo Aute o a Lluís Llach sin todo lo que ha significado su música, tanto estética como socialmente.

Hace poco me quejaba junto a un grupo de amigos sobre el escaso compromiso social que mostraban los nuevos cantautores españoles, la mayoría poseen un enorme talento, pero no se les conoce apenas vinculación social. Yo recuerdo que cuando yo tenía su edad, en casi todos los actos sociales de cierta relevancia, podíamos encontrarnos con un cantautor dando caña. Pienso que vivimos en los tiempos de lo políticamente correcto y que nadie se atreve a moverse en la foto, para no perder... ¿mercado?.

En otros tiempos pudimos ver cómo incluso cantautores como Amancio Prada llegaron a hacer campaña a favor de la OTAN, algo que en aquel momento era poco popular, pero para él significó compromiso.

Según mi amigo Diego Andrés, uno de los cantautores jóvenes con más proyección de los que conozco, el problema con el que ellos se encuentran es el de la falta de motivaciones, en una época en la que todo está hecho, no existe Franco y su dictadura, no estamos en la transición, así que Diego mantiene que ellos lo han tenido más difícil por ese motivo, estamos viviendo días difíciles para el compromiso.

Otra cosa es el compromiso estético, algo que a mi entender goza de muy buena salud, ya tenemos ante nosotros a una gran generación en ese sentido, gente muy preparada, con inquietud y buen hacer.

Vivimos tiempos difíciles, ya que la crisis de la industria del disco pone muy difíicil conseguir que tengamos cantautores de masas, pero a la vez, la autoedición democratiza el acceso al disco, pero eso ya es otro cantar, que intentaremos tratar otro día.